MR.

+ ¿Sabes que?
- Que te quiero

+ No... (coge su mano y la pone sobre su pecho) 

¿lo sientes? mi corazón te dice te quiero en código morse.

MR.

Por nuestras vidas pasan infinidad de personas, algunas nos marcarán para toda la vida y otras, simplemente acabarán en el olvido. Tristemente las cosas son así, aunque intentemos cambiarla siempre será como está escrito en algún lugar, es la fuerza del destino, y tal vez algún día aparezca alguien que se meta tan dentro de ti que sientas  que cuando él no está cerca un vacío enorme se apodera de ti, alguien que te conozca totalmente y que comprenda cada uno de tus gestos o miradas, alguien que sabe dejarte sin aliento con un simple beso apasionado... Alguien que te haga comprender que antes de él no hubo nada más que juegos, caprichos temporales, absurdas formas de diversión, un método sencillo de pasar el rato... no se cuando me dí cuenta de todo esto, tal vez, fue el día en que él apareció, dándole la vuelta a mi vida, revolucionando todo y metiéndose de lleno en ella o quizás cuando pensé en la impresión que causó en mi al principio de todo, algo así como si yo desde siempre le perteneciera.

MR.

Soy débil frente a sus abrazos, no puedo resistirme a una simple sonrisa, cada gesto que tiene conmigo me enamora más... y sé que si el me toca, algo en mi se derrite, es algo imposible de explicar con palabras.

Lo único que os puedo decir es que es como una fuerza una fuerza mayor que escapa a mi entender... Sólo sé que mis ganas llevan su nombre y apellidos y que mientras sea así nadie me va a quitar de su lado. Dicen que en alguna parte del mundo se halla la persona indicada, esa que ha nacido para estar contigo, pues bien... Yo he tenido la suerte de haberla encontrado, de que cada día sea mágico y diferente a su lado, de que me ha hecho volver a creer en la magia y que las mariposas de mi estomago se hallan tornado mariposas otra vez después de haber sido tanto tiempo dolor de barriga.

Mi remanso de paz... Eres tú

Dicen que resulta casi imposible localizar un lugar en el que exista la tranquilidad necesaria como para conseguir dejar la mente en blanco. Esta noche he encontrado el mío, y todavía me causa cierta sorpresa la impresión que produce.
Tal vez sea un cúmulo de sensaciones, pero es algo realmente sorprendente, como rozar las nubes con las yemas de los dedos y entonces volver a la tierra, abrir los ojos, y seguir acomodada en su pecho, buscar su mirada, y que él ya la tuviera fija en ti, de esa forma tan especial, así como nadie lo había hecho antes...
Esa mirada, que hace que no pueda dejar de sentirme suya.